Customer Experience
Retail y distribución
Hay muchas razones para replantear la cadena de suministro de las empresas: la volatilidad del mercado, las innovaciones tecnológicas, las nuevas tendencias de consumo, por no hablar de las crisis sanitarias. Estos factores obligan a las empresas a revisar sus prioridades de transporte y suministro, e incluso a inventar nuevos flujos de distribución.
Como estructura central de la empresa, la cadena de suministro no solo forma parte de los procesos afectados por la transformación digital, sino que incluso puede ser la punta de lanza, dentro de un modelo basado en la gestión integral de la cadena de suministro.
Así, la capacidad de planificar y optimizar la cadena de suministro repercute directamente en el rendimiento operativo y financiero de las empresas, desde la fabricación hasta las operaciones comerciales. En efecto, al multiplicar los canales de distribución y los métodos de devolución, y al acortar los plazos de entrega, mediante una gestión eficiente de la cadena de suministro, la nueva demanda de los clientes generada por la economía de la experiencia aumenta considerablemente las exigencias impuestas a los procesos logísticos.
«La principal lección de la actual crisis es que las empresas más resistentes son las que han implantado tecnologías innovadoras, que les han permitido desplegar nuevos modelos de negocio, automatizarlos y controlarlos de forma integral y en tiempo real.
Por ejemplo, las empresas que ya han digitalizado sus procesos de la cadena de suministro, lo que ha permitido a sus organizaciones internas trabajar de forma colaborativa y en tiempo real sobre la demanda de los clientes, las previsiones de ventas, sus propias capacidades de producción y las de sus proveedores, pueden gestionar su cadena de suministro y su producción de forma mucho más ágil en este mundo tan volátil.
Del mismo modo, las empresas que ya han pasado a la distribución multicanal han resistido mejor la crisis actual. », explica Bruno Hemery, Responsable de Industria 4.0 en SAP Francia. Este enfoque se apoya en un sistema de gestión de la cadena de suministro capaz de conectar recursos, datos y operaciones en tiempo real.
Por tanto, los retos son numerosos. Abordarlos mediante una metodología y una solución adaptadas es imperativo. Además, desarrollar estrategias de gestión de la cadena de suministro orientadas a la innovación y la sostenibilidad permite anticipar riesgos y optimizar la respuesta ante los cambios del mercado.
En una economía de la experiencia en la que el tiempo de entrega cuenta para el cliente tanto o más que el propio producto, la cadena de suministro se ha convertido en un importante diferenciador para las empresas. La crisis actual ha agravado aún más esta tendencia con una explosión del comercio electrónico en una economía todavía más volátil. En este entorno, una gestión estratégica de la cadena de suministro garantiza que las operaciones logísticas estén alineadas con la promesa de calidad y servicio que el cliente espera.
¿Cómo podemos mantener la promesa de una experiencia única para el cliente ofreciendo un producto de calidad, cada vez más personalizado, al mejor coste y en el menor tiempo posible?
La cadena de suministro tiene en cuenta cada vez más servicios y procesos dentro de la empresa y su entorno externo. Alinear los objetivos de la empresa con un consenso compartido por las organizaciones de ventas, marketing, finanzas y operaciones, y con los proveedores que a su vez tienen que enfrentarse a los mismos retos, puede convertirse rápidamente en un rompecabezas. Pues se trata siempre de ofrecer el mejor producto al mejor precio y en el menor tiempo posible. La gestión integrada de la cadena de suministro permite que todas las áreas trabajen de manera sincronizada, reduciendo los silos y mejorando la colaboración.
Asimismo, la gestión del riesgo en la cadena de suministro se ha convertido en una prioridad para las organizaciones que buscan mantener la continuidad y minimizar interrupciones.
Cuando la demanda de los clientes procede de múltiples canales, cuando los plazos de entrega aceptados por el cliente son cada vez más cortos, cuando el número de opciones disponibles de un producto se dispara, cuando la demanda de los clientes puede evolucionar a la velocidad a la que un influencer hace una publicación, ¿cómo podemos organizar el trabajo de los responsables de la cadena de suministro para que pierdan el menor tiempo posible procesando una información que crece en volumen y complejidad? En este contexto, el uso de sistemas de gestión de la cadena de suministro modernos mejora la visibilidad de los flujos, reduce errores y acelera la toma de decisiones.
Este aumento de la complejidad de la producción también conlleva una falta de visibilidad sobre el estado general de la cadena de suministro: cada vez es más difícil hacer inventarios pertinentes, conocer la llegada de productos o prever su envío, o incluso implicar a los proveedores en el proceso de la cadena de suministro para que puedan anticiparse y colaborar en los procesos de esta. Apostar por un software de gestión de la cadena de suministro proporciona la trazabilidad necesaria para coordinar operaciones y responder a la demanda con precisión.
Ante estos cuatro grandes retos, replantear toda la organización —o parte de esta— parece más que necesario. Así, la cadena de suministro es el elemento central de la transformación digital de la empresa. Hay que respetar cuatro etapas esenciales. Para lograrlo, resulta clave aplicar una gestión responsable de la cadena de suministro que combine eficiencia, transparencia y compromiso ético en cada fase del proceso.
Antes de emprender cualquier acción y para lograr la satisfacción de los clientes, es necesario saber qué quieren los clientes para planificar la producción. La cuestión es más delicada todavía teniendo en cuenta que un cliente rara vez sabe lo que va a comprar en los próximos meses, sobre todo en un contexto incierto. Sin embargo, la cadena de suministro tiene que adivinarlo para planificar la producción.
Por otra parte, nuevos procesos internos o externos se integran constantemente en el ecosistema general de la cadena de suministro o en las redes de la cadena de suministro (supply chain networks). Hacer un balance es imprescindible para definir y controlar la futura organización.
Por lo tanto, responder a las siguientes preguntas no es una opción: ¿Cuál es la estrategia de la empresa? ¿Cuáles son los objetivos y cuál es el rendimiento esperado en relación con estos objetivos? ¿Cuáles son las previsiones de ventas? Por último, ¿debe la empresa producir todo o comprar parte de sus insumos?
Armados con toda esta información, los equipos pueden construir de forma conjunta un nuevo modelo que debe ser escalable: un modelo ágil.
Por modelo ágil entendemos un modelo que tenga en cuenta la demanda del cliente, que sepa utilizar los recursos de forma local o centralizada, que pueda automatizar las tareas más comunes para dejar espacio a la reflexión, que planifique y que simule la producción.
Optar por una solución que integre fácilmente nuevos procesos o una nueva fuente de suministro se convierte en un factor clave del éxito. Por lo tanto, esta solución también debe crear el nuevo diseño de la cadena de suministro teniendo en cuenta todas las redes de la cadena de suministro.
Crisis sanitarias, concienciación sobre el impacto de las empresas en el medioambiente e incluso obligaciones de RSC en el contexto de la contratación pública: la cadena de suministro no es inmune a la presión ecológica.
Por lo tanto, es necesario construir un modelo sostenible que satisfaga tanto los requisitos sociales como los ecológicos, al tiempo que cumpla con los imperativos económicos. Más allá de la medición de la huella de carbono, hay que revisar todo el sistema: modos de transporte (eléctrico, terrestre), modos de suministro, etc, aplicando los principios de gestión sostenible de la cadena de suministro que promuevan prácticas responsables en cada eslabón del proceso.
El número de interacciones reales entre las distintas partes se está reduciendo: por ejemplo, las entregas se realizan cada vez más directamente al cliente sin pasar siquiera por una plataforma de expedición. Se trata de un cambio total en la política de redes logísticas a largo plazo para diseñar los circuitos más cortos posibles.
La empresa se está volviendo inteligente y la cadena de suministro, gracias a la contribución de las nuevas tecnologías, estará en el centro de este cambio y respaldará la resiliencia, la agilidad y la ecorresponsabilidad.
La verdadera ventaja competitiva es poder integrar la inteligencia artificial, sobre todo para predecir el comportamiento de los clientes o el concepto de Industria 4.0 para predecir la evolución de un producto.
«En este mundo de vulnerabilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad en el que la demanda de los clientes es extremadamente volátil, las referencias de los productos se disparan y, en algunos sectores, los productos incluso se personalizan, y donde el éxito o el fracaso de un producto puede ir a la velocidad de las publicaciones en redes sociales, es extremadamente difícil a escala humana hacer previsiones precisas.
De ahí la necesidad de adaptar los enfoques y aplicar nuevas estrategias y tecnologías: Por ejemplo, permitir a los responsables de la cadena de suministro, gracias a la inteligencia artificial, aprovechar los datos endógenos y exógenos y permitirles segmentar aún más los productos, los mercados y los clientes. Otro ejemplo, la modelización de la cadena de suministro a través de un gemelo digital permitirá simular escenarios: ¿qué pasa si añado un nuevo almacén, abro una nueva línea de producción, cubro esta nueva zona geográfica o tomo este nuevo mercado? Este tipo de innovaciones, que fortalecen la gestión de riesgos en la cadena de suministro, aportan una visión predictiva que mejora la toma de decisiones y permite ofrecer respuestas más rápidas y precisas ante la incertidumbre. Además, el cambio en la estrategia de la cadena de suministro mediante la implementación de un enfoque innovador como el DDMRP (Demand Driven MRP), que basa la cadena de suministro no en las previsiones, sino en la demanda real, también puede ser una respuesta a estos nuevos retos», explica Bruno Hemery, responsable de Industria 4.0 en SAP Francia.
Para mejorar la rapidez, la flexibilidad y el carácter colaborativo de la cadena de suministro, VISEO ofrece acompañamiento para cubrir estas etapas, desde la consultoría hasta la implantación de soluciones de optimización y su mantenimiento, gracias a su oferta de planificación inteligente (Intelligent Planning).
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